domingo, 31 de julio de 2011

SE EMBEBIÓ DE LA LECHE DE LAS ESTRELLAS

Como no encontró a nadie que ocultara su rubor, se embebió de la leche de las estrellas. Eso fue lo que pasó. Puede decirse también que después de la bebedera tuvo lugar una transformación violenta e instantánea, al punto que todo él quedó reducido a un puñado de átomos de humo y luz. Aún así, su puchero siguió hirviendo y su parsimonia reinó durante muchos años sobre el empedrado de la Corredera Baja de San Pablo.

sábado, 30 de julio de 2011

LA ARRUGA BESADA

Penetran los labios en la hendidura de la piel, mientras la arruga besada intenta olvidar los límites impuestos por los años y su sombra de espíritu impuro. Como un pájaro absorto en la ceniza del paisaje, simula dormir mientras observa con lástima los arrecifes de reproches en los que encallan las caricias, y las espumosas estrellas que, inmutables como él, se retuercen en la nada.

viernes, 29 de julio de 2011

MAL VERANO

Desde las cumbres de una locura cierta e irremediable, hasta la más profunda de las estupideces, esas que se esconden en los abismos del querer, subía y bajaba su espíritu como si de una feria macabra se tratara. Además, sentía sus tripas cantarinas en exceso y las carnes y los cerebros como embotados. Para colmo de males, en la casa de locos del pueblo ya no admitían solicitudes. Mal verano, dijo para sus adentros.

jueves, 28 de julio de 2011

TODOS LOS HECHOS DEL MUNDO

Tenía la sensación de que todos los hechos del mundo respondían a una ley todavía no descubierta de origen matemático. En lo que a sus tonterías se refiere, la sensación se convertía en certeza. Con la acumulación de tonterías, la pretérito perfecta imperturbabilidad de su juventud fue dando paso a una especie de dignidad culposa que se posaba sobre sus hombros y terminó por afear tanto su carácter como su figura.

miércoles, 27 de julio de 2011

EL DEBER DE LOS LABIOS AZULES

El deber de los labios azules es devorar hierros y piedras hasta salir de la triste buhardilla en la que viven encerrados. También es deber de estos mismos labios apuñalar la muerte una y otra vez hasta que, muerta y bien muerta, se pudra sola en su tumba. Y que no se preocupe labio alguno: las gotas olvido no dejarán de gritar.

EL GUACHIMÁN

Si la sirena sonaba una vez, era la hora entera; cuando sonaba dos veces, era la media. En aquel batey la sal mataba a la llama, y era así, pito a pito, como los hombres mataban el tiempo y quemaban la caña. El guachimán del lugar, seco y algo amojamado, achacaba su mala ventura con las mujeres precisamente a una mala gestión del tiempo, y no a su aspecto de muerto viviente.

lunes, 25 de julio de 2011

DEL LADO DEL ERROR

Meditaba alguna obra inconclusa cuando vio a las oscuras sombras, asesinas confesas del sol, verdear a sus anchas. Mientras tanto, el viento intentaba aliviar su inmisericorde comportamiento para con los desafortunados a base de besamanos y modales suntuosos. Como fuere, su aspecto no era bueno. Hipnotizado para unos, idiotizado para otros, incomprensible para la mayoría, parecía hallarse del lado del error.

domingo, 24 de julio de 2011

A SU AIRE

Todo lo que tiene vida la tiene a su aire. Y él iba a su aire. En camino hacia sí mismo, iba a su aire huyendo de sí a una velocidad de vértigo. Allí donde iba, allá o acullá, el aire era suyo pero cada vez más el aire se llenaba de un frío constante y una especie de estremecimiento de baja intensidad. A su aire, nadie estaba tan solo como él.

sábado, 23 de julio de 2011

PRONOMBRES

A la hora en la que dormitan los viejos cipreses, se dijo para sus adentros unas palabras que fueron las que siguen: tu y yo. Dijo tu y yo. Y dijo también: con esas dos alas pequeñas, que han resultado ser pronombres, nos basta y nos sobra para volar. Después vinieron días de apariencia terrible que invocaban al frío y escupían a la cara verdades de nieve. Pero eso fue después.

viernes, 22 de julio de 2011

MENTIRAS DE MAR

Este hombre tuvo suerte y, en tiempo de desapariciones, encontró una lámpara con la que alumbrar su angustia. Aunque el candil irradiaba dentro de sus pupilas luz suficiente como para ir tirando en el día a día, poco o nada pudo hacer con las mentiras de mar que, a fuerza de profundas y oscuras, se mantuvieron ocultas.

jueves, 21 de julio de 2011

UN POCO MÁS ALLÁ

Se levantó como todos los días a la siete en punto con la sana intención de, ésta vez si, reconocerse a sí mismo. No hubo suerte. Después buscó desesperadamente por todo el salón un sombrero que tenía perfectamente encajado en su cabeza. Esta vez sí hubo suerte. Pudo haberse hundido en un océano de inexorabilidad, y sin embargo no lo hizo, demostrando así que se podía ir un poco más allá.

miércoles, 20 de julio de 2011

HISTORIAS SOBRE PERROS Y LOCOS

Gustaba de contar cuentos a locos y a perros. En los días aciagos en los que no encontraba ni locos ni perros dispuestos a soportar cuentistas, lo que hacía es contar historias sobre locos y perros a otros seres que ni eran perros ni tenían por qué ser locos. Sus predilectos eran los vegetales. Le encantaba contar historias sobre locos y perros a las zanahorias que, además de calladas, parecían agradecidas.

martes, 19 de julio de 2011

MALAQUÍAS

En la secta de los garrapateadotes de papeles no se andaban con medias tintas. La mansedumbre y la humildad habían pasado a mejor vida, y ahora era la envidia, esa materia incierta que se elevaba como una honda transformando cualquier realidad, la que proporcionaba el combustible necesario para subsistir. En las asambleas, sólo la lectura de algún fragmento de Malaquías producía aún cierto terror reverencial.

domingo, 17 de julio de 2011

EL MILAGRO DE LA ESCUCHA

No siempre ocurría, pero en este caso ocurrió. El caso es que una oreja pudo oír lo que decía la otra oreja, y tal ejercicio auditivo resultó ser beneficioso para ambas orejas. Lo que escuchó la oreja que escuchó no era nada del otro mundo, como tampoco lo era el tipo que soportaba ambas orejas, de rostro amondongado y con aspecto general de oficinista aviejado. Aún así, el milagro de la escucha fue muy comentado.

sábado, 16 de julio de 2011

UN BUEN DIOS

Una tarde de bochorno tuve la ocasión de conocer un buen dios. Su ventaja competitiva respeto a otros dioses al uso residía en que no pretendía explicar el mundo ni redimir de sufrimiento alguno. De vez en cuando, tenía ocurrencias. Esa tarde, sin ir más lejos, me aconsejó que intentara penetrar en mí porque era allí, decía, donde se encuentran las causas. Me despedí sin culpa ni agobio, y continué camino.

viernes, 15 de julio de 2011

AVERGONZADO DE TANTO AZUL

Triste y algo avergonzado de tanto azul, se disponía a romper los lazos que le unían al mar cuando, sin pretenderlo, escuchó el gemido de caracola fatigada, un sonido que traspasó el cerumen de su alma y no paró hasta que ambos se detuvieron en el quicio seco del más acá. Más tarde, envuelto en el lascivo manto del dolor, vio cómo se le escapaba la vida.

jueves, 14 de julio de 2011

DIÁLOGO INTERIOR

Mi inconsciente no hace más que desear lo que el consciente no puede darle. El consciente le dice al inconsciente que de qué va, que si está loco o qué, que renuncie de una vez por todas a tanta tontería, a lo que el inconsciente responde que cómo puede renunciar a lo que nunca ha tenido. Entre gemidos de ira, ambos olvidan que cada cual es responsable de sus expectativas y sus sueños.

miércoles, 13 de julio de 2011

ENAMORADO SIN CAUSA

A pie y cansado, y molido como estaba a costa de tantas esperanzas rotas, no tenía intención alguna de defenderse y mucho menos de ofender. Enamorado sin causa, habitaba medio confundido en el centro de un abismo de burlas, y todo su interés residía en una sola y simple idea: volver a pasear por el parque para ver reír a la piedra.

martes, 12 de julio de 2011

MALEDICENCIA

Todo él resultaba lento y viscoso, igualito que su mirada, y aunque alardeaba de control sobre lo que se decía y se dejaba decir en el pueblo, sobre la maledicencia toda, cualquier momento era bueno para adoptar poses de inocencia y fingida indignación. Su rostro oliváceo desconocía el tempestuoso regocijo que supone tener una luz en la conciencia, y el placer de poder hablar con el corazón en la boca. Era malo.

lunes, 11 de julio de 2011

INQUILINO TOLERADO

Apenas si inquilino tolerado en su propio ser, no tenía buena opinión de sí mismo. Quizás su oficio de vendedor ambulante de artículos para la higiene del alma, y el hecho de haber cruzado el ecuador de los años que se nos suelen otorgar, lograsen explicar en parte ese barniz de pesimismo y derrota con el que se desayunaba todos los días. Una tarde perdió la paciencia, y ya no pudo perder más.

domingo, 10 de julio de 2011

A LA SOMBRA DE LAS ALGAS

Mezcla extraña de esperanza y duda, aquél hombre aprendió a andar por encima de las aguas. Más que avanzar, ponía un pie tras otro dejándose llevar por el vaivén de las olas, el ir y venir de las causas y los efectos, y el perfume de la sal. No perseguía. No reclamaba. No imitaba. Sólo respiraba, para retirarse luego a descansar a la sombra de las algas.

sábado, 9 de julio de 2011

EL ÚLTIMO BESO

Aquella noche los besos no tuvieron sueño y, vagamente insomnes, viajaron de la sombra a la piedra y de la piedra al pájaro, y fue allí, a la sombra de un pájaro rocoso, donde el último beso detuvo su empalagoso trajín quedando convertido en llama. Al amanecer, por no parecer mal al vulgo ocioso, recogió sus cosas y se fue.

jueves, 7 de julio de 2011

QUIZÁS EL HUESO SEPA ALGO

Pude ver a la piel del níspero ahorcándose con la alcachofa de la ducha, mientras el hueso del mismo níspero huía despavorido en medio de un tumulto y un griterío exagerados. Mientras tanto, me preguntaba si la piel del níspero podría, tal vez, dejarme entrar en su secreto. No me dijo nada. Su silencio no lo interpreté como falta de claridad. Los cadáveres suelen estar cansados. Quizás el hueso sepa algo.

miércoles, 6 de julio de 2011

LOS APOSENTOS DE LA CABEZA

Decían de él que tenía vacíos los aposentos de la cabeza, pero exageraban. Lo cierto es que aquel año las nubes habían negado el agua a la tierra, y eso le hacía cavilar con cierta lentitud y sequedad de miras. Esa mañana, mirando su rostro en el espejo, lo primero que vio fue el pecado; sólo un buen rato después pudo apreciar vestigios claros de deseo.

martes, 5 de julio de 2011

SARMIENTO CONGELADO

Fruto como era de un sarmiento congelado, no podía evitar estremecerse cuando la luz oblicua del sol rozaba unas pupilas, las suyas, que a modo de vacilantes eclipses oscilaban entre lo superfluo y lo necesario. Siempre solo, siempre enfadado, interpretaba sus sombríos sueños tratando de convertir las imágenes en unos códigos que le condujeran, si no a la salida, sí al menos a la risa.

lunes, 4 de julio de 2011

LA CRIATURA DE BARRO

Durante mucho tiempo no fue si no una apariencia pasajera, un ente irreal, una sombra más que, como el resto, pululaban por la cueva. Y poca cosa más. Pero un buen día, en medio de una reunión de depravados, la criatura de barro, insigne en toda su insignificancia, le hizo dios. Luego pidió que le sacaran las tripas, pero primero le hizo dios.

domingo, 3 de julio de 2011

EL CAMINO DE LOS CAMINOS

No sólo los filósofos han resultados ser hombres escarmentados. El protagonista de esta tragedia caminó y caminó buscando el camino de los caminos, y nunca lo halló. Primero se absorbió en sí mismo, luego en su búsqueda, sin saber que su peor enemigo radicaba precisamente en querer buscar. Perteneció al camino, y el camino a él, hasta que ambos se consumieron enteramente.

sábado, 2 de julio de 2011

VOLVERÁN A NAVEGAR LAS SONRISAS

Muda avanza la nube, labrando así su destino de espuma. Y es que con brazos y labios que se pegan a los techos, es muy difícil querer. Y más aún que te quieran. Los guerreros del amor entreabren sus dedos, húmedos de lluvia salada, para combatir así el mortal hastío de olas que desbordan la arena. El día menos pensado, volverán a navegar las sonrisas.

viernes, 1 de julio de 2011

EL INICIO DEL DESASTRE

Si digo que una tragedia estaba acechando tras las sombras, la verdad es que no diría nada nuevo. Si dijera que la tragedia en cuestión tenía que ver más con la imaginación que con la realidad, estaríamos en las mismas. Pues bien, digo que, en las fronteras mismas de la experiencia, en pleno delirio, alguien albergó deseos que ni siquiera sabían que existían. Ese fue el inicio del desastre.