martes, 31 de diciembre de 2013

EL LARGO VIAJE


La luz nocturna que caía a plomo desde el techo traía consigo un silencio lejano y pacífico, un manto repleto de observaciones mudas y miradas juiciosas. Empero, ésta luz tenue y de apariencia delicada aparecía ante los ojos de su único observador como ajena a todo tipo de tristezas. Claro que, por su forma de posarse sobre los objetos se notaba, eso sí, que provenía de muy lejos, y que quería descansar dando así por finalizado el  largo viaje.

lunes, 30 de diciembre de 2013

AQUELLA MAÑANA INEFABLE


Aquella mañana inefable partió de la que había sido su casa durante los últimos diecinueve años sintiéndose etérea, con un color de piel antinatural y el pelo enmarañado. Pero no importaba nada. Además, se había prohibido inmiscuirse en asuntos que no entendía, especialmente si se trataba de asuntos propios. Aquel día, en su diario de navegación, registro con precisión el estado de su alma, y el diagnóstico fue claro: se sentía feliz, muy feliz, tanto que por momentos parecía como mareada al sentir en sus carnes el vértigo de la libertad.

domingo, 29 de diciembre de 2013

SE ACELERABA


Se aceleraba queriendo vivir esto y aquello hasta que sus ojos enormes se adueñaron del sol, de todo el sol, en aquel verano que definitivamente fue suyo. Sin piedad, brutalmente, así solía dar cuenta del tiempo voraz y añoso que la tocó vivir, descansando, cuando era menester, a la sombra de sus propios pasos. Y supo aprender, de forma que, poco a poco, amplió la hechura de su mudable corazón, sólo para dar más cabida al goce.

sábado, 28 de diciembre de 2013

INSOMNIO


El insomnio se acumulaba en su rostro pero había algo en su interior, algo parecido a la sed del borracho, que le empujaba a no dormir. Nunca se reveló. A pesar de la clara conciencia del peligro, permaneció inmóvil, como varado en medio de un invierno cruel que parecía no tener fin.

viernes, 27 de diciembre de 2013

EL VISILLO


Tensa y llena de presentimientos, observó cómo una tenue mancha de luz atravesó el visillo para terminar posándose en su frente, que a la sazón estaba siendo atacada por un tifón de murmullos y palabras inventadas, muy cercanos al delirio. Se asomó al balcón en busca de las fuentes y observó que las calles estaban vacías de devoción, de esperanza, y dada la hora y el calor reinante, hasta de gente. Como fuere, no encontró ni rastro del susurro de reposo que tanto necesitaba.

jueves, 26 de diciembre de 2013

UN ANTIGUO CAOS


Anclado al suelo por su pesada cabeza, le costaba un mundo ponerse en marcha. O eso al menos percibían aquellos que, además de contemplarle, se tomaban el trabajo de juzgar, y pensaban que tamaña lentitud sólo podía tener su origen en la estupidez. Él por su parte se limitaba a fingir que no comprendía aquello que entendía a la perfección. Su alma, construida a base de restos de un antiguo caos, aceptaba con naturalidad todo lo que de naufragio hay en el oficio del vivir.