sábado, 30 de noviembre de 2013

OLOR DE ANIMAL


Vivieron muchos días sumergidos en la cólera y las lágrimas pero, con todo, aún recuerda con sonrojo aquella noche en la que, como prenda infinitesimal de su amor, dejó sus sábanas impregnadas de un inconfundible olor de animal, un aroma peculiar que, a partir de entonces, tuvo el presentimiento de que la acompañaría siempre.

viernes, 29 de noviembre de 2013

NECESITABA UN ORDENADOR PERSONAL


Él también necesitaba un ordenador personal. Eso estaba claro. Bastaría para empezar con un pequeño dios, alguien asequible y portátil que ordenara su interior, recompusiera su sonrisa irregular, y de paso pusiera un poco de orden en esos dientes sueltos con tendencia irresistible a separarse los unos de los otros. Sería suficiente con un procesador de mediana potencia que le acicalara ante los ojos de su madre y se mostrara capaz de meter en cintura a esa cabeza suya que, además de discoidal y de andar siempre a mil por hora, no dejaba de barruntar melodiosas esperanzas, infundadas la mayoría de las veces.

jueves, 28 de noviembre de 2013

CUALQUIERA DIRÍA


Esa mañana salió de casa con el estómago lleno de mariposas. Olvidando la existencia del propio olvido, estiró sus manos y, titilando por las calles del barrio, se dejó llevar por una estrella que resultó ser la buena. Y fue feliz. Sin aspavientos, pero fue feliz. Llegada la noche, ya de vuelta a casa, se fue a la cama sin cenar y, bien arrebujado junto a su almohada, pensó que si no fuera por el cielo, que nunca dejó de ser su cielo de siempre, cualquiera diría que había vivido un sueño.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

ENTREACTOS

Entreactos, vale decir que de tiempo en tiempo, no sabía muy bien qué hacer consigo mismo y entonces le acechaba la tentación del mar. Se trataba de un aleteo invisible, de una corriente que recorría su espina dorsal transmitiéndole una indefinible sensación de inquietud, de ausencia. En esos días tensos sentía una especial predilección por las nubes inmóviles y notaba cómo cada molécula de su cuerpo deseaba formar parte de aquél azul que recordaba sobrenatural. 

martes, 26 de noviembre de 2013

UN PAN QUE LO SABE TODO


Como el explorador extraviado que siempre fue, anduvo su pequeña vida a lomos de preguntas que descendían a abismos y parecían traer consigo un permanente rumor de llanto . Desde la hora inicial, observó cómo la gravedad de los sonidos se empapaban de silencios y cómo las respuestas iban ganando en rigidez hasta terminar adoptando forma de ecos de sal. Vivió tiempos de transcurso inmóvil donde sin querer se acumulaban los olvidos de muchos inviernos, y un pan que lo sabe todo.

lunes, 25 de noviembre de 2013

PIABA Y PIABA


Las nubes se amontonaban en su cuarto de forma que las sábanas semejaban planicies de sal y las almohadas cordilleras inaccesibles donde los dioses reposaban sus cabelleras de mármol. Sus ojos iban y venían de las estrellas a un cuello de aspecto dubitativo, mientras un pájaro irreconocible piaba y piaba en reclamo de su merecida ración de labios. Ya no recuerda más. Un reloj de arena. Un libro azul, quizás.

domingo, 24 de noviembre de 2013

EN UN CALLEJÓN


Era costumbre entre los jóvenes del lugar llevar en el bolsillo del pantalón una pequeña navaja con la que jugar a sentirse mayores. Así pertrechados, callejeaban por el casco antiguo de la ciudad sin otra obligación que atender en cada momento aquello que le fuera dictando el azar de su propia vida. Aquella noche, la voz proveniente de una oscura garganta le hizo girar la cabeza primero, y sus pasos después, para adentrarse en un callejón del que nunca salió.