Era
tarde y, como si de un verso errante se tratara, deambulaba por las calles de
la ciudad antigua buscando el sabor de los besos desparejados y los halagos de
desván. Halló lo que no buscaba y, a la mañana siguiente, le despertó el son de
una cucharilla percutiendo sobre su taza de café. Se vistió, constató por
millonésima vez sus arrugas de madriguera y, siguiendo el vibrante eco de la
porcelana, se dirigió a su encuentro con el recuerdo de ayer. Nada que objetar:
el vacío sigue ahí.
jueves, 30 de enero de 2014
miércoles, 29 de enero de 2014
GALAXIA ESENCIAL
Es
allí, en aquél vientre, donde la atmosférica soledad sirve de envoltorio a las
sábanas celestes, embozos éstos que, a su vez, acogen cienes y cienes de
tesoros triturados y ríos de vida que no quieren o no saben dónde desembocar. También
allí, en aquella redondez, acontece el griterío de las masas aceleradas por las
leyes de una gravitación manifiestamente caprichosa e injusta, mientras maman
(todos maman) de la traslúcida leche que, a modo de luz, supuran las estrellas.
Por fin, es allí, en el interior de su galaxia esencial, donde encuentran
cobijo dentaduras hambrientas de lodo, apoteosis de esponjas y relámpagos de
riguroso luto.
martes, 28 de enero de 2014
SE EQUIVOCÓ
Algunos lunes de biblioteca, al tiempo que hacía como que estudiaba, se le
nublaba la mirada mientras miraba a una chica que, ella también, hacía como que
estudiaba. Así las cosas, eran dos los que hacían como que estudiaban, pero
sólo a él se le llenaban los ojos de una fina capa de agüilla, una cortina casi
imperceptible de materia acuosa ligeramente salada que, procedente del
lagrimal, venía a escenificar cuán distante estaba su sueño de llegar a formar
parte de la vida. Una vez más, se equivocó.
lunes, 27 de enero de 2014
LA TORTILLA
Fue el contacto con el marfil de un mármol rajado y sucio quien le reveló
una posibilidad hasta ese momento ignota, un arma secreta que sobrevivía
latente y oculta vaya usted a saber en qué apartado lugar de su consciencia:
tortilla de patatas. Tenía que invitarla a comer una tortilla de patatas. Y
como la vida es loca, dijo que sí. Y allí, en su cocina, como si de una receta
infalible se tratara, invocó con gesto de conjuro, uno a uno, a todos los
elementos llamados a formar del aquelarre gastronómico. Y los mezcló con cariño,
tal y como dios y su experiencia le dio a entender. Y estaba tan rica la
tortilla, que cuando se besaron en los postres lo hicieron de la forma más
natural, como si no más se tratara de un mero continuar en el ejercicio del
gusto.
domingo, 26 de enero de 2014
DE SASTRES Y DENTISTAS
A plena luz del día, aunque no siempre a la luz de la razón, aquel hombre
de rostro deslucido rumiaba sus cuitas con una tranquilidad que invitaba al
sopor. Su aspecto sombrío, casi siniestro, llevaba a pensar a quien lo
contemplaba que, en su interior, debía ser presa de alguna enfermedad
incurable. Con todo, una estricta dieta de café con leche y pan con mantequilla
aportaba a su figura un cierto aire de cándido pudor gracias a lo cual
terminaban asociándole de forma inmerecida con el honrado colectivo de sastres
y dentistas.
sábado, 25 de enero de 2014
SIN PREGUNTAS NI MIRAMIENTOS
Cada
vez que se preguntaba por la finalidad o el sentido de eso que llamamos vivir,
en cada ocasión que se interrogaba acerca del por qué de los putrefactos olores
que despiden hombres cuando dejamos de serlo, su rostro era invadido por
imborrables huellas de sorpresa, se le ponían unos ojos como de loco, y le
entraban unas ganas enormes de tomarse una docena de tequilas marca “Los
suicidas” y salir de la estancia volando como las moscas. Todos se alegraron mucho cuando, superada la última crisis de desasosiego interior,
le vieron lanzarse de nuevo a la vida sin preguntas ni miramientos.
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