jueves, 31 de julio de 2014

UN LUNES CUALQUIERA


Como si despojos de un lunes cualquiera se tratara, los falsos profetas se fueron abriendo paso entre las muchedumbres que se agolpaba a las puertas de la oficina de empleo, todo ello para gozo y regocijo de esas viejísimas entelequias a las que, sin pudor, denominaban mercados. Los más, los encargados de trabajar y consumir para mantener en su justo término la demanda agregada de cada día, eran aceptados como conversos de última hora en la nueva religión, y confiaban con fe ciega en la promesa de poder medrar y medrar a costa de otros que se quedarían marginados en las cunetas del bienestar. Así las cosas, la ambición de los amantes cainitas parecía no tener límite.

BOBERÍA


Quejumbrosos por costumbre, los dolientes reconfortaban la propia infelicidad  centrando su atención en el pasar de las vidas ajenas, vidas éstas a las que tenían la habilidad de destripar y poner de vuelta y media lo que se dice en un periquete. Acto seguido se apresuraban a juzgarlas y sentenciarlas, todo ello sumarísimamente, utilizando para ello la ciencia y el conocimiento que emanaban de sus personalísimos prejuicios. Era tal la vorágine justiciera, que los condenados se hacinaban en mazmorras colectivas dotadas de un solo televisor, y allí, en medio del desvarío general, recibían los sagrados óleos del beneplácito social elaborados a base de amargura, bobería y mucha, mucha mediocridad.

miércoles, 30 de julio de 2014

ANTIGUA PARSIMONIA


El apresuramiento que observaba en buena parte de sus congéneres le llevaba a reflexionar a propósito de su austera lentitud. ¿Dónde estaría el origen de esa pesadez tan poco moderna? ¿Tendría su razón de ser en el miedo?; aquella flema, aquél cuajo tan personal ¿se debería quizás a la ausencia de un norte claro que acelerara sus pasos? Fuere lo que fuere, prisas lo que se dice prisas parecía no tener ninguna, y, sin llegar a considerarlo virtud per se, lo cierto es que no se encontraba incómodo en aquél mundo suyo tan cuajado de antigua parsimonia.