miércoles, 26 de noviembre de 2014

DICCIONARIO IDEOLÓGICO PERSONAL


Video de promoción para un proyecto de Crowdfunding que tiene por objetivo la edición del DICCIONARIO IDEOLÓGICO PERSONAL

Página de Proyecto

domingo, 23 de noviembre de 2014

EL ERE


Si al menos me hubieran echado por un ERE. Una mierda de ERE. Pero no: despido por causas objetivas. Once faltas de asistencia al trabajo, justificadas pero intermitentes, durante dos meses seguidos. Puta mala suerte. Gripe dos. Lumbalgia cuatro. El aceite de las croquetas sobre la mano derecha, cinco. Total once. Y hala. 59 años y a la puta calle. Aquel compañero tan listo. Tan brillante. El nuevo. Y ese jefe tan cabrón. El de siempre. ¿Miedo irracional a perder el empleo? Y una mierda irracional. El irracional es el coche a medio pagar. Y el hijo que quiere volver a casa. Y la medio hipoteca con la ex mujer. Y el alquiler del piso. Y la nevera que se jode. Y la medio novia. ¿Qué la digo?. ¿Y a los amigos?. La vergüenza también es irracional.  De nuevo el último en la fila de los idiotas. De nuevo la cola del paro y la búsqueda de la nada. Y vuelta a empezar. Un clásico: el portón comienza a abrirse, crujen los goznes,…y ahí está…la vieja Oficina de Empleo...y aquí estoy yo, con más años que Matusalén, sumergiéndome una vez más, quizás la última, en el oscuro vientre de la dependencia, la necesidad y el vacío.

sábado, 22 de noviembre de 2014

EL HACEDOR DE ORUJO

Había que hacer orujo. Eso es lo que había hacer. Lo que no había era tiempo para tonterías. Eso es lo que había y lo que no había. También había una cueva. Una cueva segura. Y hasta ahí llegaban las certezas. Las certezas servían para atizar la lumbre con determinación y quitarse el miedo. El miedo es una tontería. Los ruidos son normales. El alambique hace ruido. Es normal. Estoy sólo. Es normal. Ahí fuera no hay nadie. Sólo más frío. Y más niebla. Y alguna que otra alimaña muerta de miedo. Aquí dentro estamos el fuego, el alambique, y yo, que también soy una alimaña y también tengo miedo. Pero yo soy yo, y las alimañas tampoco tienen tiempo para tonterías. Hay que salir a por piñotas para alimentar el fuego. Se habla de gente que no volvió del monte. Pero eso también son tonterías. Habrán huido a Francia. ¿Miedo?...miedo al hambre es lo que tengo. Me abrigo bien y salgo. Tengo que salir a por las putas piñotas. Mañana bajo al pueblo y no subo más. Una garrafa más, y ya. Hay que hacer orujo. Y tengo que salir…es una tontería…los ruidos son normales…ahí fuera no hay nadie…nadie…

jueves, 20 de noviembre de 2014

LOS MUERTOS


Los muertos, desde lo más profundo de la tierra, seguían imponiendo su respirar, su viejo hacer y hasta su pesar en la conciencia de las ánimas que, aunque derrengadas en su mayoría, aún estaban pendientes de morir. Aquellos que les escuchaban de forma asidua, a saber, los niños, los viejos y los embrujados, aguantaban y cabestreaban en un intento vano por despistar el sistemático trabajo de la parca. 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

EN CALMA

Era transportado a otro mundo desde la sima del sueño, a través del flujo subterráneo del tiempo. Se daba cuenta de que era otro mundo porque hacía trampas. Entrecerraba los ojos, o a mejor decir, los entreabría, y veía cómo su cama se había transformado en un bote salvavidas que flotaba en un mar en calma. Su corazón seguía latiendo en el mismo lado, su pobreza seguía siendo su pobreza, pero en casa no había gritos. Era un mundo en calma.

martes, 18 de noviembre de 2014

MELODRAMA


Se extrañaba de sentirse extraño mientras pensaba en tonterías a propósito del tiempo en general y de los adverbios temporales en particular. El ahora, se decía a sí mismo en medio de un proceso febril, viene y se va tan pronto como lo has dicho…Lo cierto es que la melancolía de un alma confusa da para eso y para mucho más. Dejémoslo ahí. Interesa destacar de todo esto el hecho de que, más allá de la paradoja innata en este tipo de maridajes, la unión entre la enfermedad y la estupidez representa un drama, o un melodrama si lo prefieren, del que resulta difícil huir.

lunes, 17 de noviembre de 2014

PROMETEO


Si la suerte es el dios de los tontos, entonces este hombre resultó ser muy listo, o muy ateo, o ambas cosas al tiempo porque lo cierto es que tanto amigos como enemigos coincidían a la hora de señalar que padeció un ataque repentino y severo de mala suerte, de mucha mala suerte. No es fácil de explicar. El dice que su memoria se fue llenando de lagunas, que las esquinas desiertas se multiplicaron y que los bares, de pronto, amanecían como cargados de niebla. Acarreaba su pequeña geografía por las calles del barrio como si de un Prometeo cualquiera se tratara, con la diferencia de que en vez de fuego era portador de ternura y olvido. Cuando la mirada de él se enhebró con la mirada del ella, él ya no era él. Lo dicho: mala suerte.

domingo, 16 de noviembre de 2014

OJERAS


Tenía los ojos de un color imposible, una especie de amarillo verdoso o de verde amarillento raro, muy raro, que convertía su mirada en una atractiva fuente de impertinencia incompatible con cualquier atisbo de timidez. Otra nota característica de su mirar era la trasparencia: en su interior luchaban fuerzas poderosas, de una intangibilidad sagrada y casi indiscutible, y esa batalla colosal se reflejaba en sus ojos en forma de un cansancio profundo y de unas ojeras que daban miedo.