Llevaba mucho tiempo inmerso en un esfuerzo permanente por pulir
sus innatas habilidades como víctima. Llegó un momento en que, en esta tarea de
perfeccionamiento faraónica, la imaginación se convirtió en un instrumento de
vital importancia en orden al cumplimiento de sus objetivos finales. A este
respecto podemos decir, porque así lo dejó escrito, que imaginaba la muerte
como la ausencia total de ruido, una suerte de silencio infinito –impar por
tanto-, una ecuación en la que la suma total de todos los impulsos químicos
disponibles, incluidos los neuronales, daba como resultado cero. Pues bien, lo
cierto es que hacía ya día y medio que sumaba cero, y su aspecto seguía siendo
sonrosado y, al decir de algunos, magnífico. Algo no iba bien.
domingo, 28 de febrero de 2016
sábado, 27 de febrero de 2016
JOHN
John no tenía otra actividad que no fuera mental, de modo que John
vivía dentro de su cabeza. Al principio pensó que era una situación coyuntural,
que se le pasaría enseguida, pero al comprobar que no era así decidió construir
una casa en lo más alto de su corteza cerebral –vale decir un mundo flotante-,
una estructura que le permitiera resolver con decoro y cierta comodidad los
asuntos relativos a su vida cotidiana. Además del propio John en su cabeza
habitaban tres gusanos, dándose el caso de que no siempre la convivencia entre
los cuatro era todo lo armoniosa que sería deseable. A tal punto llegó la
incomodidad que John comenzó a dedicar buena parte de su tiempo a elaborar un
mapa en el que apareciera marcado con sencillez y rigor una ruta de regreso al
exterior. Nunca lo logró.
viernes, 26 de febrero de 2016
ECONOMÍA DE MEDIOS
Sería por economía de medios o por lo que fuera, el caso es que
pocas veces le daba por rememorar aquellos tiempos en los que no bebía más que
agua. Aun así, recuerda con claridad que, ya por aquel entonces, a menudo se
hablaba mucho para no decir nada. Eran tiempos estos en los que bastaba con
llenar la tripa, dormir, follar y morirse con la esperanza de que hay algo más,
para dar por cumplida una vida plena. Pero todo puede simplificarse aún más. Basta
un sortilegio, un mal calambre o un ictus para despertarse y ver el mundo tan ausente
de palabras, tan hermosamente pálido….
jueves, 25 de febrero de 2016
HORA SALMÓN
Llegó la hora salmón. Se fue el silencio, frío como un bisturí, y
probó la miel. Su tiempo es hoy.
miércoles, 24 de febrero de 2016
DEJÓ DE SER
Tuvo mucha suerte porque, circunscribiéndose de forma estricta a
esa parcela de tiempo y espacio que llevaba vivido, no podía decirse que
llevara una mala vida. Aun así se marchó, o por mejor decir se evaporó, como el
roció cuando sale el sol. Todo fue muy rápido. Notó cómo la frontera entre su
sombra y él se fue diluyendo hasta que, a la luz de domingo cualquiera, dejó de
ser.
martes, 23 de febrero de 2016
UN BIBLIOTECARIO DE PRAGA
Un bibliotecario de Praga que había militado -sin gloria-
en la sociedad secreta de los Carbonarios y tenía el rostro carcomido por el
tiempo y por la industria cosmética, nos informaba en petit comité de la
existencia de un río secreto donde que al parecer unos acostumbran a beber de
la fuentes de la inmortalidad y otros, aguas más arriba, en los remansos de la
locura y la muerte. Interrogado por el verdugo, a la sazón un tabernero de la
ciudad vieja, nos aseguró que su aparente indignidad en el ejercicio del
comercio de la palabra nada tuvo que ver su con su falta de fe. Aseguraba, a
propósito del todopoderoso, que no hace falta creer en él: basta con
reconocerlo cuando él te encuentra.
lunes, 22 de febrero de 2016
SAHEL
Cada cual adecentaba como podía, en medio de un murmullo
de plegarias mudas, el socavón que le tocó en suerte. El cielo, renegrido de
miedo y ceniza monótona, contrastaba con la amarilla espesura del aire y la
macabra desolación de los ojos siempre yermos. El rictus del hambre en sus
rostros era el mismo. Las nubes de moscas también. Sin embargo, los vientres
convexos del Sahel ya no eran noticia.
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