lunes, 2 de agosto de 2010

VEÍA LLOVER

No sé si rezaba o veía llover, pero fue abrir los párpados y todo el aire se llenó con el color de sus ojos de aguamarina. Era la época del colibrí. Definitivamente, creo que veía llover, porque inmerso en tanta belleza es muy difícil resucitar la carne muerta y los pecados no se perdonan. Simplemente se olvidan.

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