Rota la vida, el animal de secreta mirada andaba su camino como quien dice por inercia, recordando los tiempos entrevenados de gozos y penas donde, al finalizar la noche, se entreabría una luz manchada de azahar y un aire que más que claro parecía invisible. Fantasma de sí mismo, y sin saberlo, una tarde llegó al limbo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario