miércoles, 4 de abril de 2012

COMO UN GUSANO

Paciente como un gusano, se sumió en el silencioso recuerdo de aquel aluvión de besos que veinte años después todavía le procuraba restos de placer. Con todo, el fin de sus fines seguía siendo el mismo: tener su pulcra alma bien rellenita de pulcra carcoma, la suficiente para que de su pecho brotaran las violetas.

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