jueves, 26 de abril de 2012

RESTOS DE FRÍO

La noche dictó su sentencia animal, derritiendo el cuidadoso perfil de sus ojos y los restos de frío que anidaban en lo que antaño fue su alma. En una penumbra repleta de preguntas, sumergido como estaba en el recuerdo de aquellos abrazos de porcelana, volvió a abrir la loza de sus labios para exhumar el sabor del último beso y observar de paso las endebles alhajas que apenas si resistieron con sentido el invisible transcurrir del tiempo.

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