domingo, 5 de diciembre de 2010

EN CUANTO PUDE

Más allá de nuestros ojos, las palabras nos miran. De ahí que te nombrara y luego te mirara, y la mirada se quedó prendida en ti. Luego fui yo, todito yo, en busca de la mirada perdida, para quedarme yo también prendido en ti, que es lo mismo que decir perdido en tí. Durante un tiempo, malviví como pude ciego y en silencio sin otro alivio que una argamasa de desconfiadas ausencias. En cuanto pude, huí.

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