jueves, 29 de diciembre de 2011

UN BASTÓN EN EL RETRETE

Se abstuvo durante mucho tiempo de cualquier trabajo servil innecesario, pero no le sirvió de nada. Dejando aparte la mayor parte de las supersticiones, y después de un minucioso estudio comparativo entre diversas amatorias, llegó a la conclusión de que todos duermen. Unos en la cama y los más donde pueden. Después abrió la puerta del baño y la imagen de un bastón en el retrete le hizo recordar la necesidad de un cierto orden, de un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio. Durante unos segundos inhaló el inolvidable olor de la materia viva.

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