ALGO ES ALGO
Tenía el alma llena de agujeros y hablaba y deshablaba al aire quieto con un rencor tan vivo, tan fresco, que cualquiera diría que procediera de hebras humanas. De hecho, cuando ponía sobre su boca el dedo del corazón y escuchaba el silencio que procedía de la espesura de la lluvia, daban ganas de quererla. Algo es algo.
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