sábado, 18 de septiembre de 2010

EL PIANO

Espesa la cabeza por el desabrigo que le producía tanto y tanto olvido, sólo el aliento de aquel piano, con su peculiar forma de combinar timbres y pausas, fugas y reencuentros, le animaba en la hercúlea tarea del respirar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario