sábado, 23 de junio de 2012

MUNDO APARTE

Siempre fue un mundo aparte. Claro que yo también he sido un mundo aparte, pero no tan aparte como él. Él vivía en un bonito apartamento en el centro de la ciudad, pero tenía una menta oblicua que le apartaba de todos y de todo. Además estaba su manía de repetir palabras que no significan nada. Ese lenguaje propio, también le convertía en un mundo aparte.

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