domingo, 20 de marzo de 2011

VENENO DE AMOR

Más que elegir debiera decirse que, en un clamor de huesos concéntricos, y por unánime aclamación de todas sus vísceras, fue elegido para que frenara in extremis aquel veneno de amor que amenazaba con hacer sucumbir a todo el organismo. En un principio pensó que esto era pan mojado en sopa de cocido, aunque no supiera exactamente a eso. Días después, sus escalofríos de ébano confirmaban el fracasó de su misión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario