domingo, 8 de enero de 2012

TODOQUISQUE

Cualquiera es un todoquisque, eso está claro, pero ni ella era una cualquiera ni todoquisque es capaz de hacer daño con la dulzura que ella lo hacía. Moderadamente criminal, cortesana los fines de semana, la mala costumbre del castigo corporal en las escuelas de niñas provocó en su entramado emocional daños estructurales de difícil evaluación. Su alma erraba entre ausente y atormentada, algunos días robada o otros extraviada, con una sensación de inutilidad uniformemente acelerada que producía vértigo en todoquisque que la observa.

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