lunes, 31 de diciembre de 2012

LA TÍA MERCEDES

Al decir de su tía Mercedes, fue la contradicción innata en la que vivía, esa sequedad húmeda muy cercana al sí pero no, al quiero y no quiero, lo que le impidió llegar a conocer ese chasquido peculiar de origen germano que producen cualesquiera piezas de una máquina bien diseñada cuando encajan con firmeza unas con otras. Hacen cloc, o clic, dependiendo del material, pero jamás nada parecido salió de sus entrañas. En opinión del tío, a la sazón marido de la tía Mercedes, su estado de vulnerabilidad emocional quedaba de manifiesto sólo con ver el estado de decoloración de su orina.




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