sábado, 22 de diciembre de 2012

NO FUE CAPAZ

Tanto amó aquella piel de sal y goterón, que pensó en escribir una égloga propia del abismo y de las alturas nocturnas. Pero no fue capaz. Empero, su esfuerzo fue titánico: medía las noches en su estatura de tiniebla oceánica, de forma que finalizaba aquellas jornadas empapado de planetas que eran como granos de mar y gotas de piedras turquesas. Más de una vez se emborrachó de sulfuro de invierno pero, aun así, no fue capaz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario