jueves, 13 de diciembre de 2012

PENSÓ EN EL SOL

Su alma, de normal un objeto de tamaño minúsculo, solía emplazarse en cualquier lugar de la pared, del techo o del suelo, sin otro objetivo que el de no aburrirse. Pues bien, resultó que esa misma alma amaneció el martes pasado repleta de rinconcillos oscuros. Eso, al menos, es lo que dedujo después de visionar la serie de seis radiografías que adornaban la pared de la estancia. Pensó que la fiesta, esa hija ilegítima de la vida, había tocado a su fin. Y pensó en el sol.

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