LO RELEVANTE

Llegó un momento en que casi todo lo relevante adoptó tintes sarcásticos, y lo bello dejó de ser necesario para ganar la guerra. Despojos disfrazados de obras maestras desfilaban por los mercados del arte sin otro fin que ofrecer a los operadores de la nada un innecesario esplendor. Resultaba difícil de digerir el hecho de que la verdad no estuviera ni en la idea, ni en el artista, ni en el obra…el hecho de que, en lo que al arte se refiere, no hay verdad que valga.