viernes, 27 de noviembre de 2015

MARE NOSTRUM


A contramarea, que es como decir a contratiempo pero con más agua, o como quien dice a contrapelo del puro sentido  común, resulta que es la piedra el único ser que mira las estrellas.  Yo me conformo con mirar la piedra, lo que bien mirado no es poco. Bajo la piedra veo las sombras que ocultan las llagas de vino tras un halo de melancólico luto. Veo también, a modo de pura materia fantasmal, una ristra de suspiros que mueren ahogados o, quién sabe, que a lo mejor murieron muertos de sed, de modo y manera que resulta posible llenar de muertos el vientre de la piedra, como resulta posible llenar de muertos el mar muerto, ese mismo mar al que antes llamábamos el mar nuestro y que hoy aparece ante mis ojos más muerto y menos nuestro que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario