Todo hace nada. Quiero decir que todo pasó hace nada. Estaba en camisón, ya cenada y todo, cuando sin haber terminado de recoger la mesa dijo lo que dijo. Y luego calló. No tenía más linaje que sus obras, y calló. Esta pequeña infracción de la ley doméstica, consistente en hablar sin haber terminado de recoger la mesa, generó en su conciencia una sensación de culpa eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario