Tenía la cualidad de llorar sin lágrimas y de avanzar reptando, sin inmutarse, a través de cristales emplomados. Se conocieron en otra galaxia, o eso al menos fue lo que dijo después de decir su nombre. Y le dijo también qué hacer para abandonar el instinto de rebaño, cómo comportarse en época de apareamiento, y cómo poder hablarle sin necesidad de rezar. Luego cayó en depresión, y no volvieron a coincidir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario