Se recreaba admirando la constancia del péndulo, su ir y venir amasado quizás por la necesidad, quizás por restos de una solidaridad ancestral y misteriosa, que daba como resultado esa grave y acompasada armonía de masa y tiempo capaz de dejarlo todo, o casi todo, suspendido y hasta pendiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario