Es capaz de arrancarse un pellejo del pulgar, comerse las uñas y
conducir, todo al mismo tiempo. La expresión de hiena que reina en sus ojos no
tiene que ver con el hecho de que esté conduciendo sin carné. Simplemente
quiere comer carne y al tiempo que imagina el filete piensa que ninguna vida es
más importante que la suya, y que las personas que no piensen igual debieran
ser castigadas de alguna forma. Piensa también al ver pasar los coches por el
carril contrario en las hazañas grandiosas, en un sueño, en un anhelo al que no
termina de poner nombre y que de alguna forma tiene que ver con el sentimiento
de dejar de ser, dejar de existir de pronto, pero a lo grande y jodiendo.
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