lunes, 18 de abril de 2016

ORDEN DIVINO


Se disponía a preparar la jornada en perfecto orden divino cuando aparecieron de improviso y sin tiempo para mayores preparativos restos de almas que habitaban un condominio cercano. Aquello fue lo nunca visto: plenilunios de salmos, solos de trompetas que simulaban rayos agonizantes, polvo de éxtasis desposeídos de tiempo, damascos transparentes y erráticos que anunciaban la buena nueva…Así las cosas, y sin más herramienta que su viejo báculo, decidió huir. No lejos de allí, en una estrella cercana, le esperaba el abrazo y el rostro envenenado de la mujer a la que siempre amó.

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