domingo, 8 de mayo de 2016

PURGANTES


Por más que ingería todos los purgantes y venenos que le recetaban, no lograba quitarse de encima esa galbana y ese abatimiento que, tras haberse adueñado de él, parecían haberse convertido en parte intrínseca de su ser. Los últimos mil días habían transcurrido con el mismo guión: Apenas si dormía durante la noche hasta que finalmente se levantaba e iba a la cocina, sólo para comprobar que allí tampoco pasaba nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario