viernes, 2 de septiembre de 2011

EL JOROBADO

El jorobado lanzó un gargajo sobre aquél maniático buscador de enigmas, con tal buen tino que terminó rindiéndole y, a la postre, metiéndole en la trama. El tal buscador, ya en el ajo, se dedicó a leer libros de economía y a hacer como que entendía lo que leía. El jorobado, por su parte, pensaba que si tuviera papeles y un buen contrato, contemplaría todo este desorden como el que ve llover. Lamentablemente, no era el caso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario