sábado, 10 de enero de 2015

BROMISTAS

La certeza de su fragilidad la hacía huir, como si de la peste se tratara, de cualquier contacto con sus congéneres. Demasiado daño acumulado. Claro que si hoy fuera mañana, ya no necesitaría que la amaran y podría dejar de mirar a los demás como si nunca hubiera visto persona alguna. Si hoy fuera mañana…habría abandonado para siempre el oscuro rincón de todos los días y dejaría de tener esa cara rara, como de virgen tonta, tan del gusto de los bromistas y tan propicia para todo tipo de abusos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario