martes, 27 de enero de 2015

VERGÜENZA GENERALIZADA

Más que un infarto, lo que parecía estar sufriendo era un ataque de lucidez. Se acercaba el final y no veía la forma de redimir su cuerpo de toda una vida de malas posturas. Tampoco atinaba a encontrar los materiales con los salvar el alma, si es que tal cosa llegó a existir alguna vez en aquel amasijo de materiales extraños y contradictorios que fueron conformando su ser. Entre tanta acumulación de sucesos primaba una sensación de nausea barata propia de los amaneceres vacíos, todo ello en medio de un vasto paisaje de vergüenza generalizada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario