jueves, 11 de marzo de 2010

DE METÁFORAS Y RESONANCIAS

El estruendo de sus besos derrumbándose despierta en mí amplias resonancias con apariencia de recuerdos. Veamos un ejemplo: el eco de mi lengua torpe y atrofiada empeñada en desarrollar funciones para las que no fue diseñada, es decir, pensar en algo más que sobrevivir en medio de tanta humedad. Algo parecido me pasa con las metáforas, que llegan a mí en cartas cerradas sin otro remitente que el padre muerto. Veamos un ejemplo de esto otro: el padre me dice que esté atento y mueva el culo, que sólo permanece lo que cambia. Llegaré a escuchar el dulce sonido del glaciar derritiéndose en su interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario