lunes, 13 de febrero de 2012

LA MUJER DEL PESCADERO

Hombre maduro como era y bien metidito en carnes, tenía fama de vagabundo y holgazán, y decían de él algunas lenguas que era más ladrón que el mismo Caco. Como fuere, nada se demostró nunca y lo cierto es que gustaba de tomar el aire allí por donde soplaba. Buen escudriñador de átomos, le sonaban los huesos, y todos sabían que suspendía sus palabras y hasta sus lágrimas cuando veía o creía ver a Manuela, la mujer del pescadero.

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