jueves, 9 de febrero de 2012

UN SER ÚNICO

Su sangre salía del corazón en dirección a los pulmones, con tan mala suerte que pasaba por el esófago antes de estancarse en el cerebro. Este defecto vascular hacía de él un ser único, aunque inconsciente la mayoría de las veces. En los pocos momentos de vigilia de los que disfrutaba, equidistante como estaba entre las dos orillas de su cabeza, intentaba construir artilugios de viento y hambre con los que huir del laberinto en el que se encontraba. Claro que el ambiente hostil del Bósforo y los cruentos sacrificios de cometas no ayudaban en absoluto.

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