miércoles, 6 de febrero de 2013

A UN TIRO DE PIEDRA DE CUBA

Hay gente predestinada, y el señor en cuestión formaba parte de este selectísimo club. Su predestino consistía en vivir una historia secreta en el que tenía que meter un tiro en la cabeza de un correligionario suyo, todo ello a un tiro de piedra de Cuba. Él se esforzaba al máximo por creer en todos los que no creían en la predestinación, pero no podía actuar contra los presentimientos. De hecho, el correligionario murió de un tiro en la cabeza, a un tiro de piedra de Cuba.

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