El día llegará en que una tempestad de piedras secas empape la tierra y hasta la misma lluvia. Luego escampará, y ese día la luna negra y pantanosa quedará convertida en una masa inerte de ceniza amoratada, y se hará justicia. Roído por la nostalgia, también dijo el borracho que no habrá refugio seguro y que sólo en los agujeros negros de la soledad será posible encontrar ciertas dosis de paz. Luego se fue y al rato el bar cerró.
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