jueves, 21 de enero de 2016

ERA VERDAD


Entonces lo entendí todo. La quietud de marzo. El vahó de lágrimas minerales que enturbiaban sus ojos. El hechizo de su palabras-caricia. El consuelo de un invierno extrañamente cálido…Resultó que los besos diminutos que nacían en la comisura de sus labios, lejos de ser postizos, traían bajo el brazo el aguamiel de la veracidad. Resultó, en fin, que todo era verdad. Las nubes rojas, el aire, las risas…todo era verdad.

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