Tal parecía como si el frío de todos los polos se hubiese reunido
sobre aquella nariz africana, y como si toda la tristeza tuviera el olor de las
hortensias, tan blancas, tan obstinadamente blancas. Hoy la nieve se posa
húmeda sobre su cara, pero en su interior ronronea la misma carcoma, el mismo
miedo, el mismo perro que no va a ninguna parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario