domingo, 18 de marzo de 2012

TORMENTA DE SILENCIO

Tardó siete años o así en comprar unos cigarrillos, y luego volvió. Sentado al lado de una mujer de agua a la que llamaba esposa, ambos callaban. Sumergido en esa tormenta de silencio, su mente se desplazaba por el futuro con una certeza que era incapaz de aplicar al ahora. Fingía ser quien era desde tiempos inmemoriales, y no le iba mal, pero ahora sentía la obligación de hablar y eso le inquietaba.

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