jueves, 29 de marzo de 2012

UN ABRAZO DE LUZ

Se perseguía a sí mismo con el agravante de que, más de una vez, a punto estuvo de alcanzarse. Las personas que le habitaban no acaban de entenderle ni de entenderse entre sí, mientras jugaban con él al juego de la existencia. Solían apropiarse de su lenguaje de víctima y algunos días de verano, bajo un sol carente de piedad, estrictamente despiadado, acababan fundidos con él en un abrazo de luz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario