viernes, 30 de noviembre de 2012

EN LAS ENTRAÑAS DE UNA ESTRELLA

De ojos arenarios, vino a nacer en las entrañas de una estrella, una suerte de estrella almenada donde siempre primó el orden y la jerarquía del cereal. Sus padres, arrieros envejecidos, deambulaban de normal por los cuadrangulares perímetros del aire en busca de la substancia que da nombre a las sombras impalpables y nocturnas. Todo muy críptico. Como que muy raro. En aquel bosque de sufrimientos enarboló ácidas banderas que hacía ondear en medio del polvo estelar martirizado. Y así se hizo infante.

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