miércoles, 14 de noviembre de 2012

NO SUPO CÓMO HACERLO

Quiso decir las palabras estrictamente necesarias, y dijo argamasa de huesos y carne, de sangre y tendón. Habló de un hondo deseo que se estableció en su pecho. Habló de niebla de pobreza londinense y del indefinido temblor de la yuca matutina al galope del metal y el carbohidrato. Mencionó también la flor del carbón y del rocío, y la propaganda de portazos y mentiras voladoras que escuchó en el patio de vecindad. Quiso decir las palabras estrictamente necesarias, y no supo cómo hacerlo.

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