jueves, 1 de noviembre de 2012

PARECÍA NO TENER FONDO

Bello, grande, tierno,…en realidad tenía buena opinión de sí mismo. Era feliz, pero no bastaba. Faltaba algo y, para colmo de males, aquella tarde otro algo que sí tenía empezó a morir dentro de él. Lo que quedó en el interior de sus pupilas fue una sima oscura, y un silencio profundo, mitad hielo y mitad tinieblas, que parecía no tener fondo.

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