El ayer se acrecentaba en su cabeza al punto de anular el mañana y eclipsar
un hoy que por momentos de tornaba más que complicado. El canto, la desnudez de
la sonrisa, el beso imprevisto, el ajetreo de los sueños,…todo eso vivió y
murió en otro día, que resultó ser un ayer.
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