Justo en el centro de una especie galaxia que deambulaba entre la
idea y la emoción, un astrónomo contemporáneo a Copérnico descubrió algo
parecido a una dificultad. La contrariedad en cuestión consistía en un problema
que, por cierto, no tenía apariencia alguna de solución. Finalmente se dieron
cuenta que no se trataba de un problema sino de múltiples problemas, y que sus
coordenadas podían encontrarse cerca de cualquier persona capaz de percibir la
existencia de un problema sin apariencia de solución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario