domingo, 14 de junio de 2015

ESCENARIOS

Tres eran los escenarios predilectos en los que tenía lugar su existencia: el sofá, el televisor y el frigorífico. Era de la opinión de que, más allá de ellos, reinaba la incertidumbre y la barbarie. Para minimizar los problemas derivados de los desplazamientos optó por concentrarlos todos, pegados unos a otros, en el mismo lugar. Cuando no tenía más remedio que salir de lo que consideraba territorio seguro, solía expresar su insatisfacción convirtiendo su respiración en un feo soniquete gutural, arrítmico y pesado. Huelga decir que apenas si salía.

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