lunes, 1 de junio de 2015

VENUS DURMIÓ EN SU BOCA


Un bocado caprichoso hecho de carne y palabra se desplazó a su interior, preguntando víscera a víscera por los ecos de brisa eterna que empalagan los sentidos y te llevan al sueño. Asido a la sombra y a la lumbre, extranjero en su propio ser, marchó después en busca de la chispa que todo lo incendia. Nada recuerda, aunque juraría que aquella noche Venus durmió en su boca.

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