De condición generosa, y de naturaleza tierna y compasiva, aquella loba andaba en boca de la mala fama. Y todo por su cabeza loca y su extravagante imaginación, que ya le decía su madre que no la iba a traer nada bueno. Acostumbrada como estaba a subir a las nubes sin alas y bajar a los abismos sin más artilugio que su propia voluntad, decían de ella cosas terribles que generaban tanto espanto como admiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario