viernes, 27 de mayo de 2011

SEÑOR DE LAS OLAS DESTILADAS

Del mismo modo que algunos dioses se sienten libres de la muerte, él, desde su trono de alabastro, se sentía señor de las olas destiladas y uno más de entre aquellos seres capaces de morir ruborizados sin llegar a ser vistos. De hecho, era el único borracho conocido capaz de tomar su propia pierna por un farol y salir airoso del trance.

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